Una atmósfera de perspectivas y pasos cruzados, donde las personas forman parte del interiorismo. La panorámica perimetral de la huerta próxima y de la ciudad se refuerza con puntos verdes interiores, como pulmones de un espacio multifuncional, donde el arte, la ingeniería y el confort conviven.

Las claves del proyecto son, un riguroso trabajo de arquitectura interior que dibuja un espacio de líneas diáfanas y un paisaje interior vertebrado por muros transparentes y luminosos cubos de cristal que dividen el espacio en una sucesión de estancias, sin perder la visión global. El espacio interior se oxigena mediante invernaderos, que constituyen junto con el cromatismo de los cerramientos una parte principal del proyecto.

Un concepto de oficina comunitaria y democrática,  en el que la comunicación es el eje vertebrador de todas las zonas que la componen.

En el acceso se proyectó un mural, realizado con imágenes de proyectos de la ingeniería, por las artistas Carolina Ferrer y Encarna Sepúlveda.

Equipamiento de mobiliario e iluminación

Recepción: Butacas E de Padova; Despachos: Cassina y B & B Italia; Iluminación de las firmas Flos y Fontana Arte.

Fotografías: Héctor Rubio.