ILUMINACIÓN. Dos grandes diseñadores. Un best seller de 50 años, ahora presentado en una nueva edición con los colores que amaban. La historia de Parentesi se basa en el ingenio, una pizca de magia y mucho respeto.
Flos presenta en su 50 aniversario la lámpara de Pio Manzù y Achille Castiglioni, producida desde 1971, en las nuevas ediciones Turquoise y Orange Signal.
La historia de Parentesi comienza con la muerte prematura, en 1969, del joven diseñador Pio Manzù. Castiglioni conocía su trabajo, pero los dos nunca se conocieron, recibió sus dibujos y uno le llamó la atención. Era una lata cilíndrica ranurada, emisora de luz, que descansaba sobre una varilla que conectaba el techo y el suelo: gracias a un tornillo, podía dar media vuelta, subir, bajar y detenerse. Fue la idea original detrás de Parentesi.
“El boceto tenía todos los elementos para enamorar a Castiglioni: flexibilidad, confección, ligereza”, recuerda su hija Giovanna Castiglioni, comisaria de la Fundación Achille Castiglioni.
Parentesi es ligero, asequible y dinámico. Flexible y contemporáneo, pero también atemporal porque se inspira en el imaginario colectivo: la fuente de luz es una simple bombilla que gira 360 grados.
¿Sabía Castiglioni cuánto de la sensibilidad de Manzù estaba en la interpretación de su proyecto? Castiglioni eligió compartir la autoría de Parentesi con su colega fallecido, honrando el valor de su intuición tanto como el diseño y la habilidad técnica que lo convirtieron en un producto terminado. «Un gesto noble que enseña el respeto por las ideas en un mundo donde a menudo falta», dice Giacomo Manzù.
Más que una operación nostálgica, esta reinterpretación de los Parentesi suena como una pieza más del diálogo entre maestros del diseño: una conversación que ha durado 50 años.
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