El diseño interior de esta vivienda, situada en un área residencial próxima a Valencia, responde a una doble filosofía de entendimiento, tanto con la propia arquitectura de la vivienda como con la tradición mediterránea, en cuanto a la creación de espacios y empleo de piedra en exterior y paredes blancas, complementado con la presencia, profusa, de carpintería en roble que podemos ver tanto en celosías como en los alistonados de las librerías y puertas de paso. Esta misma madera noble es posible encontrarla, blanqueada, en los panelados que recorren pasillos, en las puertas y armariadas.
La vivienda, de generosas dimensiones y concebida como residencia habitual, se ha edificado tomando como base diferentes volúmenes y una única nota disruptiva, el cubo alistonado en madera de cedro que envuelve la cocina. El proyecto de arquitectura ha sido realizado por Alejandro Aguilar.
El acceso principal a la vivienda se sitúa en el centro de dos alas independientes. Una vez en el interior de la vivienda, el hall, dispuesto en doble altura, permite el paso, en su frente, a la zona de salón-estar y lateralmente a un distribuidor que conecta con la escalera de invitados, cocina y bodega.
La luz es otra de las claves del proyecto, ejemplificada en un amplio patio interior al que mira el salón estar. Salón-estar y comedor gozan de independencia gracias a un muro de piedra seca que penetra desde el exterior y que alberga una estructura de acero que funciona a modo de contenedor de chimenea, leñera, televisión y equipo multimedia.
El comedor limita con el jardín exterior a través de un ventanal en ángulo de doble altura que, de forma opcional, permite comunicar este espacio con el salón de invitados. El pasillo-galería que linda con el patio interior comunica y da paso al distribuidor de la zona de noche.
Equipamiento de mobiliario e iluminación:
Patio: Conjunto de sofás de B & B Italia y mesa centro de Antonio Citterio para Maxalto; Salón-estar: Butacas LC-2 de Cassina.
Fotografías: David Frutos.